Son maestros en el maligno arte de la demagogia, manipuladores natos que en la mentira nadan a sus anchas; con la confusión tejen sus redes para engañar y aturdir a las gentes de bien, y agradar de paso a su ferviente clientela. Todo les vale para justificarse y conseguir sus propósitos sin pararse ante nada. Maestros en repetir una y mil veces la misma cantinela para satisfacer sus ambiciones y prebendas, pasando por encima de quien sea, a costa de lo que sea. Y no es de ahora, no, la cosa viene de lejos. Porque estos grupos de izquierda radical, disfrazados de ecologistas protectores de la naturaleza, llevan un peligro dentro de su misma esencia que amenazan con destruir siglos de cultura y de historia, de costumbres ancestrales que las gentes sencillas de los pueblos, han venido manteniendo y conservando generación tras generación.

Ahora quieren vender a la opinión pública que el nuevo sistema del Cesto Malla, ingeniado por los parañers para actualizar su histórico sistema de capturas, es masivo, no selectivo y todos los males habidos y por haber, al mezclarlo intencionadamente con la liga para que en este proceso de adaptación a la realidad de hoy, tenga el rechazo social que buscan desaforadamente, y seguir criminalizando a este colectivo que ha sabido adaptarse y evolucionar. Todo es mentira, una burda y monumental patraña, una nueva intoxicación porque los parañers ya renunciaron hace años a emplear la liga, que estos totalitarios demonizaron en su día de manera machacona e injusta.

En su delirio anti parañ y valiéndose de su influencia en las altas estancias de la administración, lograron que la liga fuera incluida en el famoso artículo 336 como elemento dañino a la funa, y penalizar en los juzgados su uso, equiparándolo a los explosivos y los venenos. Una solemne barbaridad y un atropello. Porque si los venenos y explosivos matan indiscriminadamente, la liga, captura en vivo y no hay muerte como en los otros elementos referidos. Pero lo consiguieron con campañas asfixiantes en medios de comunicación, soflamas apocalípticas totalmente alejadas de la realidad.  Pero eso les convenía para colocarse en puestos bien remunerados, e ir a favor de la moda conservacionista. El resultado ha sido la muerte de un sistema tradicional de caza, tan sencillo como rico en su contexto natural, y con él, todos los elementos etnológicos y costumbristas que comportaba esta inocua actividad.

El grupo de APAVAL, asesorado por técnicos y científicos tanto españoles como europeos, consiguió tras años de trabajo, estudio y esfuerzos, adecuar un artilugio de capturas totalmente alejado del viejo sistema de la liga. Un Cesto que captura al zorzal sin causarle el mínimo daño, a la vez que impide cualquier otra captura accidental no deseada. Un sistema que permite actualizar los valores del mundo rural que existía en torno a esta vieja tradición, pues con estos aparatos perfectamente controlados, pueden realizarse actividades de campo de todo tipo, conservando árboles, aperos, vida social y todo la compleja artesanía que entraña este arte, heredado de la Grecia clásica y la cultura romana mediterránea.

Este avance en la tecnología, y la renuncia de las viejas prácticas ha pillado con el paso cambiado a estos talibanes, que se niegan a escuchar y por ende, conceder autorización vigilada a pruebas de campo, perfectamente regladas y controladas, con la inquina de siempre y que les retrata a la perfección. Mataron el parañ antiguo, y quieren matar el renacer del nuevo. Porque nada tiene que ver una cosa con la otra, aunque quieran mezclar ambas cosas para seguir despreciando a un colectivo cada vez más numeroso, y consciente de la arbitrariedad que se ha cometido con ellos, por parte de estos intolerantes que venden lo contrario que predican, que están con el pueblo y para el pueblo. Mentira sobre mentira.

El colectivo de parañers ha evolucionado con muchos sufrimientos, y la terca negativa de estos progres totalitarios no hace sino constatar, el grande y supino agravio,  la magnífica injusticia que cometieron en su día con estas gentes sencillas, que de buena fe creyeron a pies juntillas sus promesas incumplidas mientras los llevaban al exterminio.   ¡No señores, en el nuevo sistema no existe la liga!  Aunque en Francia sí que está legalizada. Otra contradicción más de estos acaparadores y monopolistas del chanchullo bien pagado. Aquí, ya no hay liga, hay un sistema limpio de capturas, no ensucien más con sus mentiras esta causa noble, que respaldan miles de ciudadanos de bien.

Lo que demuestran con su cerril tozudez, es que no las tienen todas consigo. Mataron una afición benemérita con subterfugios y marañas, envenenando a la gente desinformada y criminalizando a personas honradas, cuyo delito era seguir la tradición de sus mayores. Ahora quieren hacer lo mismo en esta nueva etapa, pero el colectivo y la sociedad misma, no están para bromas ni para claudicar ante sus mentiras y presiones de todo tipo a que nos tienen acostumbrados. No hay liga, y sí un ansia noble,  y creciente de reparación y de justicia. De mantener una tradición que es nuestra y nadie nos va a arrebatar.

MIGUEL  ÁNGEL  BAYARRI MONTESINOS