Este domingo 7 de abril, la sociedad de cazadores APAVAL, celebró su 40 Asamblea anual en la bella población alicantina de Teulada Moraira. Cerca de 200 congresistas respaldaron a su presidente Miguel A. Bayarri y a su Junta Directiva en una reunión que puede catalogarse de histórica, por el magnífico desarrollo de la misma y los importantes asuntos que allí se trataron para este colectivo, que lleva casi dos décadas en dique seco y además maltratado por una administración pública, en manos de la izquierda radical, que se niega a regularizar una de las tradiciones seculares más bellas y mejor conservadas de nuestras cazas tradicionales. La enhorabuena a la organización porque todo estuvo perfecto, y fue del agrado de la numerosa concurrencia.

Al acto se congregaron parañers de las tres provincias valencianas (Castellón, Valencia y Alicante), así como algunos venidos de Aragón (Huesca). También contó con la presencia del presidente de la Oficina Nacional de la Caza D. Felipe Vegue Contreras, quien palpó de primera mano el sentir, la fuerza, la afición y la resistencia inquebrantable de este colectivo que ha convertido su afición, en una forma de vida y que a pesar de los avatares soportados, se resigna a morir y lucha ardorosamente, para conseguir ser reconocidos por la administración en sus demandas y reivindicaciones.

El acto tuvo lugar en el soberbio Auditorio de Teulada y fue presentado por la regidora de medio ambiente del ayuntamiento sra. Nieves Rodríguez, quien actuó en representación de alcalde D. Carlos Linares Bañón que se unió más tarde al grupo. Tras la bienvenida fueron tomando cuerpo los distintos puntos protocolarios del orden del día, en el que cabe destacar el ingente trabajo realizado a nivel local, autonómico, nacional y europeo por el Presidente y colaboradores, que fue narrando paso a paso el programa de contactos, entrevistas, reuniones, viajes y participaciones en distintos eventos donde la voz de los parañers pudiera ser escuchada en sus justas reivindicaciones. Centró su mensaje en los trabajos con la Universidad, contactos con numerosas Entidades, la actualidad del Cesto-Malla, que dada su incontestable selectividad podría ser la salida efectiva del colectivo, si se hubieran autorizado las pruebas de campo por la Consejería de la Generalidad Valenciana.

Los aficionados escucharon con vehemente atención, las posturas favorables o contrarias de los distintos partidos políticos sobre el Parañ, pues de cara a las elecciones que se avecinan, el voto puede ser decisivo para que el futuro de esta modalidad tradicional sea una realidad palpable. Hubo una gran participación en el apartado de ruegos y preguntas, relativa a despejar incógnitas sobre la práctica del Parañ. Innumerables muestras de apoyo al presidente y su junta, por la ingente labor que se viene realizando en este momento histórico de lucha por las libertades individuales y colectivas, amenazadas por las posturas intransigentes y sectarias de los grupos animalistas.

Fue muy aplaudida la intervención del presidente de le ONC Felipe Vegue, quien se postuló como luchador infatigable en la defensa de todas las cazas españolas, que están siendo sometidas a una presión injusta y brutal, por parte de colectivos que nada entienden de la cuestión y solo buscan protagonismo y prebendas. Quedó impresionado de la resistencia del colectivo parañero, que a pesar de tantos años defenestrado y pisoteado, mantiene a día de hoy intactas incluso más, su lucha y esperanzas. La reivindicación parañera la hizo suya, como ejemplo de cazadores que sufren por defender apasionadamente aquello que aman, y que han hecho de la afición a la caza una forma de vida integrada en el mundo rural.

La jornada concluyó con una comida de hermandad, saboreando la deliciosa cocina mediterránea, discursos de agradecimiento de autoridades e invitados, regalos y homenajes como el que recibió el tío Boby, quien a sus 97 años, mantiene toda la ilusión en poder volver a cazar zorzales en parañ, algún día. Lo dicho, jornada memorable que viene a demostrar una vez más que esta modalidad está más viva que nunca y que sus practicantes, con todos los elementos en contra siguen luchando por conseguir la ansiada regularización. Son sin duda, un ejemplo vivo y palpable para muchas otras modalidades cinegéticas.